Más allá de una película; Renfield nos muestra las problemáticas actuales de la sociedad.

La película “Renfield: Asistente de Vampiro” dirigida por Chris McKay está protagonizada por Nicholas Hoult (Renfield) el asistente, Nicolas Cage (Drácula), Awkwafina, Ben Schwartz y Adrián Martínez; quienes llegan nuevamente a la pantalla grande con una nueva versión de la que ya conocemos del príncipe de las tinieblas este 27 de abril del 2023.

En esta ocasión la película revoluciona totalmente el cine como ya lo conocemos, pues el asistente tiene una codependencia hacía su amo Drácula, quién le ordena capturar a sus presas para alimentarse y poder recuperarse, sin embargo, Renfield en una de sus travesías fuera de su hogar empieza a ver la vida de una manera distinta a la que ya conocía, por lo que decide ir a tomar ayuda con un grupo de amigos en los cual se apoya para descubrirse a sí mismo y dejar de la codependencia a un lado.

Tras ese proceso Renfield empieza a conocer a una policía, con quien hace una dupla fantástica para detener al cartel del Lobo; pero para no entrar en más spoilers hablemos ahora de los temas que logran tocar sin perder la línea principal de la película, pues dejan en evidencia las principales problemáticas a las que se enfrenta el país, como lo puede llegar a ser el tema de la seguridad, las mafias, los problemas y la manipulación psicológica que nos conlleva a depender de otras personas, pero lo importante aquí es que podemos ver como aún existen personas buenas y que siempre hay una salida a lo que nos atormenta, manifestando que el buscar ayuda cuando lo necesitamos está bien y puede llegar a ser un acto de amor propio, que nos hará crecer como personas.

Dentro del ámbito técnico, la imagen y el sonido son manejados de manera buena, los encuadres y la paleta de colores, así como los movimientos de cámara en todo momento están coordinados y mantienen una gran calidad.

La película del género “Terror Comedia” será transmitida a través de la cadena de cine “Cinépolis”.

Ve y compra tus entradas y palomitas, que no te vas a arrepentir.

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